El sector salud de Aguascalientes experimentará una reducción presupuestal de 500 millones de pesos en 2025, una cifra equivalente al costo anual de los insumos y medicamentos del Hospital Miguel Hidalgo, el principal centro de alta especialidad de la entidad. Este ajuste fue dado a conocer por Rubén Galaviz Tristán, director del Instituto de Servicios de Salud del Estado (ISSEA), quien explicó que, a pesar de este recorte, no se prevé una disminución de los servicios médicos ni una afectación directa en los hospitales. "La oferta seguirá siendo la misma, con la misma calidad y capacidad resolutiva que se tuvo en 2024", aseguró el funcionario.
A pesar de que se descarta el despido de personal, Galaviz Tristán indicó que no se contemplan nuevas contrataciones, lo que podría generar una mayor carga de trabajo sobre el personal existente. Esta medida podría tener implicaciones tanto en la eficiencia de los servicios como en la moral del personal de salud, que se enfrenta a condiciones de trabajo cada vez más exigentes con menos recursos.
El recorte presupuestal es una respuesta a una tendencia nacional de ajustes financieros en el sector salud, aunque el director del ISSEA destacó que el gobierno estatal ha logrado mitigar en parte los efectos negativos de esta reducción mediante una mayor aportación local. Mientras que al inicio de la administración de la gobernadora Tere Jiménez la participación federal representaba el 70% y la estatal el 30%, en la actualidad este esquema ha cambiado a un 60-40, con un aumento en los fondos proporcionados por el gobierno estatal.
En cuanto a la gratuidad de los servicios de salud, Galaviz Tristán recordó que los centros de salud y seis hospitales estatales siguen ofreciendo atención sin costo a las personas que cuenten con la Tarjeta Soluciones, que se obtiene mediante la presentación de una constancia de domicilio, INE registrado en Aguascalientes y CURP. Sin embargo, el Hospital Miguel Hidalgo es el único que sigue cobrando cuotas de recuperación debido a su alta especialización. No obstante, los pacientes que no puedan cubrir este costo pueden ser exentos mediante una valoración de trabajo social.
El impacto de la reducción de 500 millones de pesos será especialmente notorio en ciertos capítulos del presupuesto, siendo el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASA) el más afectado, con una disminución de 168 millones de pesos. Este ajuste podría generar retrasos en la adquisición de insumos, medicamentos y otros recursos esenciales, lo que comprometería la calidad de la atención que se ofrece, sobre todo en los hospitales más especializados y en el acceso a medicamentos para pacientes crónicos.
En resumen, aunque las autoridades aseguran que los servicios no se verán comprometidos, el recorte presupuestal refleja una realidad difícil para el sector salud del estado, que deberá afrontar una creciente demanda de atención con menos recursos disponibles. La reducción en el presupuesto del sector salud representa un desafío tanto para los servicios de salud pública como para los pacientes que dependen de estos para su bienestar.
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