La noche en la Exedra se llenó de magia, historia y emoción con un suceso sin precedentes: la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes y la Banda Sinfónica Municipal de Aguascalientes se unieron por primera vez en un mismo escenario, regalando al público una experiencia inolvidable.
Frente a más de 5 mil personas que se congregaron en un ambiente familiar y festivo, más de 100 músicos interpretaron Los Planetas de Gustav Holst, una obra monumental que llevó a los asistentes a un viaje estelar a través del arte y la imaginación. Bajo la batuta del maestro Román Revueltas Retes, el ensamble sinfónico fusionó talento, tradición y sensibilidad en una ejecución que estremeció corazones.
Durante más de una hora, cada movimiento —desde la fuerza de Marte hasta la serenidad de Neptuno— fue una invitación a mirar hacia el universo con los oídos y el alma. Las notas, cargadas de emoción y precisión, dibujaron paisajes sonoros que evocaron tanto la grandeza del cosmos como la belleza de la colaboración humana.
Al finalizar la suite, el maestro Mauricio Haro Campos, director de la Banda Sinfónica Municipal, tomó la dirección para cerrar con broche de oro interpretando La Pelea de Gallos, pieza que anunció simbólicamente el inicio del programa cultural de la Feria Nacional de San Marcos, coordinado por el Instituto Cultural de Aguascalientes y el Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura.
Este encuentro sinfónico no solo fue un deleite para los sentidos, sino también un recordatorio del poder transformador de la música. En el corazón de la ciudad, las instituciones culturales de Aguascalientes demostraron que, cuando el arte une voluntades, se pueden crear momentos capaces de tocar profundamente la memoria colectiva de un pueblo.
Fotografia: Cortesia del IMAC
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