Aguascalientes sigue presentando un avance bajo en la vacunación contra la influenza estacional y el COVID-19, a pesar de la amenaza de la circulación de ambos virus, que continúan representando un riesgo para la salud pública, especialmente entre los grupos más vulnerables.
Hasta la fecha, de las 401,569 dosis del biológico contra la influenza que se tienen proyectadas para aplicarse en la población de riesgo, solo se ha logrado aplicar un 21.02%, lo que equivale a poco más de 84,000 dosis. Este avance, aunque positivo, sigue siendo insuficiente, ya que no se ha alcanzado ni siquiera una cuarta parte del total de las dosis planeadas. La baja cobertura es especialmente preocupante en un contexto donde la circulación de la influenza y el COVID-19 podría generar brotes simultáneos, complicando la atención de los pacientes y poniendo presión sobre los servicios de salud.
Marie Salas Valenzuela, directora de Inteligencia en Salud del Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes (ISSEA), señaló que la campaña de vacunación contra la influenza tiene como objetivo alcanzar al menos un 80% de cobertura para el mes de diciembre, en línea con las metas nacionales para proteger a los grupos más vulnerables, como adultos mayores, menores de 5 años, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas. Sin embargo, con el avance actual, es necesario intensificar los esfuerzos para cumplir con este objetivo.
Grupos vulnerables, clave para la vacunación
La directora Salas Valenzuela enfatizó la importancia de que las personas pertenecientes a los grupos vulnerables se acerquen a las unidades de salud o brigadas móviles para recibir la vacuna contra la influenza. “Es crucial que los adultos mayores, las mujeres embarazadas, los niños pequeños y las personas con enfermedades crónicas reciban la dosis para prevenir complicaciones graves y hospitalizaciones”, explicó.
De acuerdo con las últimas estadísticas del ISSEA, en Aguascalientes, los adultos mayores (de 60 años en adelante) constituyen un grupo prioritario para esta campaña, ya que son los más propensos a sufrir consecuencias severas si contraen la influenza. Sin embargo, hasta el momento, solo el 18% de este grupo ha recibido la vacuna. La meta es alcanzar al menos el 70% de cobertura entre los adultos mayores antes de que concluya la campaña.
Por otro lado, el avance en la vacunación contra el COVID-19 también ha sido lento en comparación con otras entidades. Aunque las autoridades sanitarias han resaltado que las dosis disponibles son suficientes, la respuesta de la población sigue siendo baja, lo que podría dejar a muchas personas expuestas a posibles infecciones, especialmente con el aumento de las variantes de preocupación.
Factores que afectan la vacunación
Varios factores podrían estar contribuyendo a este rezago en la vacunación. La falta de conciencia sobre la importancia de la vacuna, la desinformación sobre los beneficios de la inmunización y la fatiga pandémica han sido identificados como barreras para alcanzar la cobertura deseada. La doctora Salas Valenzuela subrayó que, además de la inmunización, es crucial que la población continúe con las medidas preventivas, como el uso de cubrebocas y el lavado frecuente de manos, para reducir la propagación de ambos virus.
Además, la movilidad limitada y la saturación en algunos centros de salud han generado dificultades para que los grupos vulnerables accedan fácilmente a las vacunas, lo que ha contribuido a que no se logre el ritmo necesario para alcanzar las metas establecidas.
Incremento de casos y campañas de refuerzo
Aunque los casos de influenza y COVID-19 aún se mantienen en niveles bajos en comparación con los picos más altos de años anteriores, las autoridades de salud han señalado que la llegada del invierno y el comportamiento de los virus podrían generar un repunte de casos. Se espera que para los próximos meses, el aumento en las actividades sociales y el regreso a las aulas pueda propiciar un incremento en los contagios, lo que haría aún más urgente la vacunación en masa.
El ISSEA también ha informado que, para acelerar la cobertura, se implementarán campañas de refuerzo en diferentes puntos de la ciudad, con brigadas móviles que se desplazarán a zonas rurales y comunidades más alejadas. Además, se han habilitado módulos de vacunación en instituciones educativas y centros laborales para facilitar el acceso a la vacuna.
Proyecciones y metas a corto plazo
De acuerdo con el calendario establecido, para finales de noviembre se espera que al menos el 50% de la población de riesgo haya recibido la vacuna contra la influenza, lo que permitiría alcanzar un buen nivel de protección antes de la temporada alta de infecciones. Para ello, se intensificarán los esfuerzos con campañas de sensibilización en medios locales y redes sociales, así como en los centros de salud, donde se contará con personal adicional para garantizar la aplicación rápida y eficiente de las vacunas.
En resumen, aunque la vacunación contra la influenza y el COVID-19 en Aguascalientes sigue siendo insuficiente, las autoridades de salud continúan trabajando para aumentar la cobertura y alcanzar las metas establecidas para este año. La clave para lograr este objetivo será la colaboración de la población en el cumplimiento de las medidas preventivas y en la solicitud oportuna de las vacunas.
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